jueves, 13 de mayo de 2010

El estudiante provinciano, pasacalle de Luis H. Salgado

Nuestra bitácora (blog) se hallaba abandonada ya un buen tiempo -por ocupaciones de sobrevivencia, deben comprender-, sin embargo vamos a retomar nuestro compromiso de divulgar la música ecuatoriana por este medio, hasta tanto se haga el lanzamiento de la página web de CONMÚSICA, la misma que se halla en emisiones de prueba.

Nos ha escrito el músico Jenner Baquero y nos solicita colaboremos con la búsqueda de una partitura del compositor Luis Humberto Salgado Torres (1903-1977), quien es considerado como el valor más alto de la música académica ecuatoriana del siglo XX. Este compositor que nació en la población de Cayambe, provincia de Pichincha, creó algunas piezas de música popular “estilizada” o “nueva”; dentro de sus aspiraciones nacionalistas Salgado creía necesario dar a la música popular un matiz más elaborado, y fruto de esa intencionalidad hizo algunos pasacalles entre ellos El farrista quiteño, Quiteño de Quito y El estudiante provinciano, este último lo hemos reconstruido de una transcripción pautada anónima y de la grabación que hiciera Luis Alberto “Potolo” Valencia –pues no ha sido factible hallar el original, que tampoco lo tiene el Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador, sitio en donde reposa la mayor parte de la obra manuscrita de este compositor. En otro momento incluiremos también el audio de la grabación.

Para nuestros amigos del extranjero, les comentamos que el pasacalle, tal como lo conocemos ahora, es un género musical para bailar, que se fue constituyendo en nuestro país en las primeras décadas del siglo XX, bajo el influjo del ritmo del pasodoble español y elementos melódicos -algunas veces pentáfónicos- de nuestras localidades. El musicólogo Segundo Luis Moreno (1882-1972) considera que el pasacalle es fruto de la mixtura del pasodoble y del sanjuanito indígena.

Ciertamente existen piezas que con la denominación de pasacalles datan del siglo XIX, pero no corresponden a las características del pasacalle al que estamos haciendo referencia, que es una danza cantada en compás binario simple (2/4) y que muchas veces aborda dos temáticas en su texto: el de las localidades y el de la fiesta taurina. Aquellos de características taurinas o “pasacalles toreros”, se creaban para ser ejecutados por banda en las corridas de toros. Otra variante, a la cual el historiador Jorge Ñúnez considera como la canción (baile?) de "arraigo", es aquella que canta generalmente a ciudades, pueblos, e incluso barrios (Ambato tierra de flores, Chimbacalle, Soy del Carchi, Lindo Quito de mi vida, etc.). Si bien existía un tipo de pasodoble local que tenía la característica de tener títulos y dedicatorias a personas, amigos o personajes históricos (Tío José, General Plaza, Eloy Alfaro), fue El Chulla quiteño, pasacalle creado en los años 40's por el compositor Alfredo Carpio, el modelo que hizo surgir el denominado “pasacalle de arraigo de las localidades”; luego de la amplia divulgación que alcanzó El Chulla quiteño -con el cual se fomentaba la valoración de la ciudad y sus personajes- aparecerían otros de similares contenidos: Guayaquileño, El chulla riobambeño, Ambato…, etc.

En la región costera, sobre todo en Guayaquil y Manabí (aunque faltan hacer los estudios respectivos para ratificar nuestra aseveración), pareciera que el amorfino fue asimilado por el pasacalle. El amorfino fue un género cuya música se halla extinta y éste sobrevive solo como literatura oral expresada a través de coplas recitadas. Si ponemos atención nos percataremos que hasta la fecha los pasacalles costeños tienen otro sabor al andino y es posible que no solo sea fruto de las características regionales culturales diferenciadas, sino que si aquí, el sanjuanito se fundió con el pasacalle, en la región costa es posible que el amorfino se haya refugiado en el pasacalle costeño.

Retornando a la razón de este escrito hay que señalar que el texto del pasacalle El estudiate provinciano pertenece a Marco Vinicio Bedoya, y narra aquella circunstancia cuando los jóvenes de las provincias tenían que desplazarse a las ciudades principales para realizar sus estudios. Muchos de aquellos estudiantes que traían sus expresiones culturales de diversos y muchas veces distante lugares, no siempre volvían a sus poblaciones, lo cual entre muchos otros factores fueron haciendo de la capital un crisol de culturas e identidades.

El estudiante provinciano
Música: Luis Humberto Salgado
Texto: Marco Vinicio Bedoya

Soy el estudiante provinciano,
con su noble y bravo corazón;
el que trae manos generosas
y en sus labios esta bonita canción:
“así feliz cantando y estudiando paso,
en el amor doy pruebas de fidelidad
y la vida siempre me sonríe
porque soy el alma de nuestro Ecuador”.

Sé que al volver, allá, a mi pueblito natal,
he de encontrar feliz a mi paterno hogar,
yo contaré la vida de la capital,
recordaré también a la Universidad.
Soy el estudiante provinciano
con su noble y bravo corazón
y la vida siempre me sonríe
porque soy el alma de nuestro Ecuador.

Fidel Pablo Guerrero
Quito, 13 de mayo del 2010




Dar click en las partituras para visualizar e imprimir en grande.






3 comentarios:

  1. Conocí esta página por un mail que envió mi dilecto amigo compositor e investigador Mario Godoy Aguirre; le agradezco a él como a este Blog como al autor por su notable aporte y por su generosidad de compartir la investigación de la música del Ecuador.

    Un abrazo

    Sigan adelante

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  2. Gracias
    Mi trabajo desde hace 30 años apunta a contribuir a la divulgación de la música ecuatoriana.
    Saludos

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  3. Saludos

    Dónde puedo conseguir la Enciclopedia de Música del Ecuador ???

    Gracias

    ResponderEliminar