sábado, 27 de noviembre de 2010

Músicos en andamio: Al fin el portal de CONMÚSICA



Por fin... ya está la página web de CONMÚSICA

ecuadorconmusica.com
http://www.ecuadorconmusica.com/
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La Biblioteca Virtual: Memoria de la Música Ecuatoriana está organizada en 16 anaqueles con artículos históricos, partituras, audios, material gráficos, escritos literarios sobre estética, nacionalismo, política, etc. Será el sitio obligado de investigadores, educadores y de todos aquellos que quieran conocer los referentes históricos de nuestra música.
Este portal está dedicado principalmente al sector popular (aunque en principio sea solo una dedicatoria pues los pobres no siempre tienen el acceso a fuentes informáticas): afros, montubios, indígenas y mestizos, que incluso así, desprovistos de bienes materiales, son los ricos forjadores de nuestra cultura musical y quienes con su esfuerzo han levantado este país. También a los luchadores sociales que brindan su vida para cambiar las nefastas condiciones de desigualdad en que históricamente hemos vivido. A los jóvenes que buscan música ecuatoriana y a quienes generalmente nuestras instituciones musicales y culturales les dicen que ésta no existe, o si existe que no hay documentación, registros ni partituras. A los músicos contemporáneos para que conozcan su pasado y a los músicos tradicionales para que conozcan las propuestas contemporáneas. A los migrantes ecuatorianos que podrán encontrar un remanso a su angustia de comunicación musical con el sonido grabado en sus recuerdos. A los músicos de otras nacionalidades que quieran divulgar la música ecuatoriana en propuestas culturales. Y, cariñosamente, a nuestras familias que han soportado el peso de estas realizaciones, muchas veces a costa de desarmar los pobres recursos y posibilidades de la caja familiar.
Si podemos crear una puerta intercultural, donde se pueda esparcir un pensamiento contra la desigualdad y los imperialismos culturales y a favor de la paz, la naturaleza y la música, habrá servido nuestro esfuerzo. Si con nuestra acción, los jóvenes del presente y los del mañana pueden ser mejores y más felices que nosotros entonces realmente nuestro trabajo habrá valido la pena.
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martes, 23 de noviembre de 2010

Chile y Ecuador: sus contactos musicales o el pueblo unido jamás será vencido

El pueblo unido jamás será vencido: Chile y Ecuador


Fidel Pablo Guerrerohttp://soymusicaecuador.blogspot.com/

Luego del golpe militar de 1973 llegaron a nuestro país muchísimos chilenos exiliados. En septiembre de ese año se instauró una dictadura nefasta que hundió a su país en una era de oscuridad y que hasta ahora deja secuelas de represión y privatización. Pinochet derrocó al gobierno democrático del socialista Salvador Allende (1908-1973), con la asesoría y respaldo -tanto en el golpe como a lo largo de su dictadurade la agencia central de inteligencia norteamericana, CIA. En esas circunstancias, en que se desapareció y torturó a muchísimas personas, murió asesinado uno de los grandes músicos que tuvo ese país: Víctor Jara (1932-1973).


Víctor Jara cantando a los niños. Foto tomada de: http://listenrecovery.wordpress.com/2010/08/28/victor-jara-chile-

Desde entonces, por intermedio de los chilenos (algunos músicos) que -obligados por las circunstancias- se asentaron, temporalmente o definitivamente en el país, nos fuimos aproximando a conocer más de cerca expresiones musicales y aspectos de su cultura. Los chilenismos, las empanadas chilenas, el beso en la mejilla, el típico huevón (que se pronuncia hueón) y las creaciones de Violeta Parra, los Inti Illimani, Quilapayún, Los Jaibas, Congreso, Los Blops, Sol y medianoche, pasaron a ser parte del conocimiento musical en nuestro medio, sobre todo en la ciudad de Quito.

Sin embargo contactos con el país de la Estrella Solitaria se venían produciendo desde tiempo atrás.


Una publicación hecha en Valparaíso en 1908 en homenaje al centenario de la Independencia de Chile y Ecuador.


En el siglo XIX comenzó a bailarse en nuestro país la zamacueca. Según algunos investigadores, la zamacueca o zambacueca o solo cueca tuvo su origen en Perú de donde habría pasado a Chile y Ecuador; pero fue en Chile donde llegó a constituirse en baile nacional. En 1851 el francés Alejandro Holinski apuntaba que en su paso por Guayaquil que “… si el viajero desea encontrar a la proscrita hermana de la zamacueca de Lima y de la Sopuimpa de La Habana, tiene que buscarlas en el círculo libre y nada aristocrático”. Por su parte, el inglés Ernest Charton en su visita a Quito en 1862 aseveraba que “no es nada raro ver a un fraile olvidar su sotana o bien arremangándosela hasta la rodilla, para mostrar con qué gracia y con qué flexibilidad ejecuta las figuras de la zamacueca” (Enciclopedia de la Música Ecuatoriana, t. 2, Quito, 2005).

Las versiones locales que se crearon a partir de ese género pronto fueron tornándose en otro que terminó denominándose chilena ecuatoriana, por el parentesco que guardaba con su original anterior.


Carátula de la zamacueca Viva Chile, del compositor
guayaquileño Antonio Cabezas (s. XIX- ca. 1919)

Dar click para ver e imprimir en grande. Una chilena que sonaba en Cuenca en 1909.
AUDIO midi: En el jardín de las flores. Cuenca, 1909



Si bien la chilena fue absorbida finalmente por el aire típico ecuatoriano, en sus inicios –la chilena- era una zamacueca que se tocaba en tonalidad mayor. Cuando se ecuatorianizó pasó a tocarse en tonalidad menor y sus línea melódicas, en la región serrana, estaban dentro de marcos pentafónicos por el influjo de la música indígena, y de este modo pasó a integrarse a los géneros ecuatorianos como chilena ecuatoriana. Algunos elementos del género original permanecieron, tal el caso de su ritmo y su función, eran piezas bailables, y respecto a su registro pautado, hemos documentado chilenas en compás binario compuesto (6/8) y en ternario (3/4), siendo éste último el que se mantuvo.

Para ver e imprimir en grande dar click sobre los gráficos de las partituras. La mona (chilena ecuatoriana) / Ezequiel Salgado.
AUDIO midi: La mona (chilena ecuatoriana)/ Ezequiel Salgado.


Hemos colocado aquí la partitura titulada La mona del compositor ecuatoriano Ezequiel Salgado, pues ella no permite percatarnos perfectamente del proceso de “ecuatorianización” de este género. La primera parte se encuentra en tonalidad mayor y su sonoridad responde a una chilena de Chile; sin embargo en la segunda, que está en tonalidad menor, se siente un “acento típico ecuatoriano” por tener rasgos melódicos constituidos por una pentafonía subyacente y una secuencia armónica usada en la música popular ecuatoriana. A partir de este cambio la chilena ecuatoriana fue tomando su propia ruta con sus características, sin embargo esa misma caracterización –nos parece- le significó a la postre su desaparición pues terminó pareciendo un aire típico. Su compás se encuadró en 3/4, se mantuvo su movimiento ágil y su función bailable; su temática textual muchas veces incluía situaciones humorísticas como el caso del Mal casado o Naides me ronca. En la actualidad ya no se componen chilenas, en parte supongo porque éste género como queda dicho fue absorbido por el aire típico -también en ternario- que fue haciendo más difícil el identificarlo claramente como un género diferente, por ello muchas chilenas como el caso de Si no puedo olvidarte del compositor Armando Hidrobo o de Aldeanita enamorada de Ángel Honorio Jiménez constan en los discos indistintamente como aires típicos y alguna veces como chilenas, producto de que estos géneros empezaron a confundirse entre sí. Una de las últimas chilenas creadas, ya en el último tercio del siglo XX, corresponde al compositor Mesías Carrera que hizo su chilena titulada Manzanita.


Un
disco de pizarra grabado hacia 1940: Mal casado Chilena de Manuel Mantilla. Un ejemplo de cuando la chilena era ya un género ecuatoriano.
AUDIO disco de pizarra: Mal casado (chilena ecuatoriana)/ Manuel Mantilla Cerón.

Mal casado
Manuel Mantilla Cerón
Chilena


/Cuando andaba enamorado de ti
no pensaba en que debía llorar,/ (bis)
/la amargura que debía tener
al perder mi soltería feliz/ (bis).


/Por eso cuando me miran que soy
tan mal casado con vos ,/ (bis)
/mi mama, mi taita con los demás,
familias no quieren ser/ (bis).
Tomado de: Mal casado (chilena) [grabación discográfica, disco de pizarra, 78 rpm.] / Manuel Mantilla Cerón. Benítez y Ortiz con el Grupo Típico Castro. Victor 83561-B. Registro compilado y digitalizado por Fidel Pablo Guerrero.

Para ver e imprimir en grande dar click sobre los gráficos de las partituras. Mal casado / Manuel Mantilla.
AUDIO midi: Mal casado (chilena ecuatoriana)/ Manuel Mantilla Cerón.


En otros contactos con Chile podemos señalar también que en el primer año del siglo XX, desde Chile llegaron varios músicos italianos que vinieron a dirigir el plantel musical fundado por Eloy Alfaro: el Conservatorio Nacional de Música. Entre ellos se contaba el ecuatoriano Pedro Pablo Traversari cuya preparación musical la hizo en aquel país y también la permanencia en ese país le permitió hacer algunos estudios investigativos en torno a la música chilena, con varias transcripciones de piezas populares (al final de este artículo incluimos un ejemplo).


Portada de la partitura del valse Chile y Ecuador de Emilio Banda.


Por su parte el compositor ecuatoriano Emilio Banda creó su vals Chile y Ecuador, opus 20, dedicada a los presidentes de ambas Repúblicas, Germán Riesco (1854 - 8 de diciembre 1916) y Leonidas Plaza (1865-1932); esta obra debió ser publicada entre 1901-1905, años en que estos mandatarios estuvieron regentando sus países.
En la primera mitad del siglo XX se dieron muchos otros contactos a través de presentaciones de artistas. En el Teatro Sucre se presentaron algunos eventos relacionados con este tema. Por ejemplo en los años 30’s se presentaron Los Huasos Chilenos de quienes incluimos un gráfico del programa de mano en su despedida; en el programa participaron los músicos ecuatorianos Dúo Villavicencio Páez y Los 2 Montuvios, dúo que vino desde Guayaquil.


Programa de la actuación que realizaría el conjunto chileno Los 4 Huasos, en el Teatro Sucre en 1934. Documento cortesía de Ximena Páez.


En 1936 se realizó en celebración del aniversario de la República de Chile la presentación de violinistas Soto Carvajal con la participación de muchos otros músicos locales.


Evento en el Teatro Sucre. En celebración del aniversario de la República de Chile, organizada por el concertista chileno Soto Carvajal y dedicada al excelentísimo Sr. Presidente Ingeniero Don Federico Páez, Sres. Ministros de Estado, Cuerpo Diplomático, Ejército y Aviación Ecuatorianos.
Hoy 18 de septiembre de 1936. A las 9 1/2 p.m.
El mejor programa presentado en la temporada. El Conjunto Radio Teatral. Al Meidine. Azucena Imperio. Armando Gómez, Emilio Santos, Música Ecuatoriana, por el estupendo Trío Echeverría- Iturralde-Guerrero que prestan su concurso por tr
atarse de Artistas Chilenos.
Gran Orquesta con músicos ecuatorianos y extranjeros, que se han prestado galantemente por tratarse de Chile.
La Orquesta Sarrín con música cubana. Estreno de una gran revista con música popular chilena. Inauguración del Casino del Teatro Sucre. Cena en L´Ermitage.


Pasando a otro asunto. Uno de los pedagogos destacados que ha tenido en Ecuador es Emilio Uzcátegui (1899-1986), autor de una gran cantidad de bibliografía sobre educación. Uzcátegui estudió inicialmente música en Chile y es autor de una obra histórico musical muy importante sobre los compositores y músicos chilenos; en Ecuador fue nombrado Director del Conservatorio Nacional de Música.

A propósito de una nota periodística aparecida en El Combate, en la que a Emilio Uzcátegui no se concedían las condiciones suficientes para ser director del Conservatorio, él respondiendo a la alusión nos entrega interesantes informaciones de su relación con la música chilena:
“Por último, no por vanidad, sino porque mi amigo Z.B. me niega el menor conocimiento musical, le he de hacer saber los siguientes datos objetivos. No soy un músico profesional; pero sí tengo orgullo de amante y algo conocedor de la música selecta. Estudié algunos años música. No solo piano, sino armonía y composición en el Conservatorio de Chile. Dos de mis grandes maestros fueron dos eximios músicos de renombre mundial, Enrique Soro y Humberto Allende, quienes me han honrado dedicándome composiciones suyas, como lo han hecho algunos otros músicos chilenos. Mi primer libro se titula “Músicos chilenos contemporáneos”, que tuvo gran acogida y hasta ahora lo citan. En La Nación de Santiago (5 XII 54), con motivo de la reciente muerte de Soro, transcriben una opinión de mi libro. Gastón Talamón, notable crítico argentino en la revista Nosotros (año XIII N° 126), dijo que éste es “un libro excelente y útil”, lamentaba que en su país no se hubiera escrito un libro similar y terminaba diciendo que he realizado “una labor meritoria y útil, prestando señalado servicio al arte y todos los que en el continente se dedican a estudios de arte”[. ..] Las revista Sucesos, Zigzag y muchas otras se ocuparon elogiosamente de mi libro y casi todo él ha sido reproducido en diferentes publicaciones como en Las Noticias, páginas de arte, de Santiago y en la revista chilena especializada “Música” de Aníbal Aracena,en la que colaboré en varias veces. En Chile se presentó una obrita teatral mía, cuyo arreglo musical también me pertenece, y hace muchos años también se llevó a escena en el Teatro Sucre, habiendo ejecutado al piano nada menos que el ex director del Conservatorio, maestro Luis H. Salgado, quien cuando el Conservatorio se anexó a la facultad de Filosofía, me manifestó que estaba muy bien, pues a él le constaba que yo entendía de música. También en el Ecuador he dado conferencias y escrito artículos sobre música y educación musical. En el tomo IV del excelente Boletín Latinoamericano de Música, del Instituto de Investigaciones Musicales de Montevideo, aparece mi retrato con esta leyenda “Eje ecuatoriano del americanismo musical”. Y no es esto todo, el señor Francisco Salgado, cuando fue Director del Conservatorio, solicitó mis servicios y los obtuvo con buena voluntad y en forma gratuita para dictar clases de Metodología aplicada a la Música, hecho del que hay constancia en la página 42 del Boletín del Conservatorio publicado con motivo de su cincuentenario.

El músico chileno Humberto Allende de quien se presentó en nuestro medio la obra LaVoz de las calles.

“[…] Yo presté al señor Luis H. Salgado la partitura La Voz de las calles” de mi propiedad, dando oportunidad para que esta maravillosa y moderna obra de Allende haya sido escuchada en Quito […]
"[…] Último dato: la Sociedad de Compositores de Chile me distinguió con la designación de Miembro Honorario”.
"Emilio Uzcátegui".
(Uzcátegui, Emilio. “Remitido para los ‘músicos’ de ‘Combate’”. En: [No consta. Posiblemente el periódico El Combate]. Quito, marzo, 1955. Colección Archivo Sonoro).
Hemos encontrado algunos artículos de Úzcátegui que datan de 1920 y que se publicaron en la revista chilena Música.

Foto de Emilio Uzcátegui y segmento de uno de sus artículos publicados en una revista chilena.

Entre los músicos ecuatorianos que fueron a Chile, además de Uzcátegui, apuntamos al cantante Alberto Valdivieso Alvarado “El Diablo Ocioso” (de quien ya dimos razón en otro artículo de este blog), Pedro Pablo Traversari, a quien se debe una panorámica histórica y algunas trascripciones de música chilena en su libro El Arte en América; y Luis Aguilar, violinista. En 1948 el compositor azuayo Corsino Durán viajó a varios países sudamericanos, entre ellos a Chile, con la finalidad de conocer las experiencias- de formación de orquesta sinfónicas pues en esa época el SEDAM y otros organismos musicales impulsaban la creación de una orquesta sinfónica nacional en Ecuador. Durán tomó contacto con la Casa Amarilla, editorial chilena que publicó algunas de sus obras: Tristes alegrías, Ñucanchicpac yarahui, Romanza ecuatoriana, etc. Tanto Durán como el compositor Juan Pablo Muñoz Sanz eran simpatizantes socialistas, al primero le correspondió la oportunidad de encontrarse y fotografiarse con Salvador Allende cuando el mandatario estuvo de visita en Quito, en 1971.


El Presidente de Chile Salvador Allende con el compositor ecuatoriano Corsino Durán. Fotografía tomada en la ciudad de Quito, en la visita del mandatario chileno, 1971.

Otro ecuatoriano célebre es el ex integrante del conocido grupo chileno Inti Illimani, Max Berrú (Cariamanga, Loja, 1942) quien es uno de los fundadores del conjunto y su participación –publicada en la revista chilena La Bicicleta, N° 35- es narrada del siguiente modo: “El fanatismo por el fútbol me llevó a Chile en 1962 y cuando en Guayaquil me estaba embarcando en la nave italiana Marco Polo, junté todo el dinero que llevaba en los bolsillos y le compré una guitarra a un viejito. Estudié ingeniería mecánica en la Universidad Técnica del Estado. Más tarde, cuando hacía la práctica de vacaciones en las minas de carbón de Lota, conocí a Jorge Coulon. Este encuentro casual ha marcado nuestras vidas, empezamo
s a cantar juntos ese mismo día. Al poco tiempo estaba viviendo en su casa donde conocí a la que es hasta hoy mi compañera. El garaje de dicha casa se transformó rápidamente en el taller del Inti Illimani”.

Dar click para ver en grande.

En los años sesentas también, por unos días, el Coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, dirigido por Carlos Bonilla Chávez, viajó en 1964 a ciudades chilenas.Invitación de la Asociación Coral Chilena al Festival de Coros que se realizó en Talcahuano, Concepción y Santiago. El coro estaba integrado por 49 personas. El repertorio que se llevó incluía: Danzante de Gerardo Guevara, Lamparilla (pasillo) de Miguel Ángel Casares, Apamuy shungu, Taita Quishpe, Pobre corazón (sanjuanito), Sombras (pasillo), Romance de mi destino (pasillo), Vasija de barro (danzante), El Chulla quiteño (pasacalle), Tunday tunday señora (sanjuanito), Como si fuera un niño (pasillo). Al Coro se le concedería la nominación de Coro Regalón, con el que se designaba al coro más popular del evento.

-
Recorte de prensa que da cuenta de la actuación del Coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Chile.

Para finalizar esta corta panorámica vamos a nombrar algunos músicos chilenos que recordamos y que viven o estuvieron de paso en Ecuador: Pedro Pino, integrante de los grupo Amauta, Araucanto, Taxo y Umbral vivió 25 años en nuestro país, aquí mantuvo actividades musicales relacionadas a la docencia, como arreglista y como instrumentista; Tomás Lefever músico vanguardista estuvo un tiempo en Quito en los años
80’s; Los Altiplano de Chile, comandados por Mauricio Vicencio, viven en la ciudad de Quito. También conocimos a Hugo Giannini, un pianista de grandes condiciones que fue maestro del Conservatorio Nacional de Música y de otros centros musicales (desapareció hace algo como dos años y no se supo más de él). Guillermo Cárdenas, director de coro que preparó coros en Loja y Guayaquil; Mario Baeza, director de coro, en Quito fue director del Coro del Banco Central del Ecuador si la memoria no me falla. Otros músicos: Mario Manque, Juan Paredes, Julio Araya, los integrantes del grupo Barro y habrán muchos otros que se nos escapan...


El autor del pres
ente artículo al extremo derecho, cuando integraba el grupo musical Araucanto (Pedro Pino y Carola Aspee, chilenos). Años 80’s en la Concha Acústica de la Villa Flora, en Quito.

AUDIO El derecho de vivir en paz / Víctor Jara. Intérpretes: Araucanto. Registro casero.


Para despedirnos hasta la próxima ocasión que escribamos (que será en algún tiempo pues vamos a estar ocupados con el portal de Conmúsica: http://ecuadorconmusica.com) vamos a incluir dos partituras de música chilena. Una compilada por Pedro Pablo Traversari titulada Cueca antigua, que se encuentra en un manuscrito realizado en 1903 y otra que se publicó en EEUU del compositor ecuatoriano Ricardo Romero, titulada Para bailar la Cueca (adjuntos se encuentran los audios en midi para que puedan apreciar las obras).
Chile y Ecuador, junto con otros países del continente, han constituido importantes lazos históricos y musicales, lazos que nos estrechan como pueblos y que nos permiten comprender que los países si bien con delimitaciones político geográficas, culturalmente las sobrepasan y se hermanan en su riqueza musical.

Para ver e imprimir en grande dar click sobre los gráficos de las partituras. Cueca antigua / Pedro Pablo Traversari, compilador. 1903.



AUDIO midi: Cueca antigua / Pedro Pablo Traversari, compilador. 1903.


Para ver e imprimir en grande dar click sobre los gráficos de las partituras. Para bailar la cueca / Ricardo Romero.



AUDIO midi: Para bailar la cueca / Ricardo Romero. Dar click en play.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Banda Mocha y Bomba afroecuatorianas

La Banda Mocha y la Bomba afroecuatorianas






Una Banda Mocha en foto de fines del siglo XIX, ca. 1897. E. Festa (viajero extranjero). Dar click para ver en grande.


En tiempos coloniales una gran cantidad de africanos fueron traídos a territorios americanos en condición de esclavos. En nuestros días y en nuestro país existen dos grandes comunidades de afroecuatorianos (nominación que constitucionalmente se usa en la actualidad en reemplazo a la forma despectiva de “negros”). Una de esas comunidades está asentada en la provincia de Esmeraldas -en el Litoral-, y otro grupo del cual trataremos hoy, que comparte espacios en las provincias de Imbabura y Carchi, al norte de la sierra andina del Ecuador.

La identidad musical más representativa de los afroecuatorianos del Valle del Chota (Imbabura) se muestra básicamente en tres expresiones culturales interrelacionadas:

a. La música y poesía oral que se expresa a través de un género llamado música de bomba, que tiene como su instrumento musical principal a un tambor llamado bomba.
b. La danza que se presenta a través de una coreografía que igualmente se llama "Baile de la bomba"; y,
c. Agrupaciones específicas para la música y bailes antedichos: Banda Mocha y Conjunto de Bomba.

Como nos percataremos la bomba es un elemento fundamental de la cultura musical afrochoteña; la bomba es un baile, un instrumento y un género musical que se ejecuta a través de agrupaciones características.


Una foto de 1930. Imbabura. Constan negros e indígenas en una Banda Mocha.

La “Banda Mocha” es una agrupación que se fue constituyendo a partir de la herencia musical africana y en su estructuración formal desde –a nuestro parecer- la imitación a la banda militar europea. Esta agrupación tiene instrumentos muy particulares, usa puros (calabazas) de diferentes tamaños; unos enorme, otros medianos y pequeños, así como hojas de árbol y pencos, entre los más llamativos. Los puros(1) más grandes vendrían a ser un equivalente de tubas y bombardones; los puros medianos a trombones, trompetas y saxos; pencos o cabuyo (instrumento hecho del ágave), hojas de árboles y flautas traversas de caña que serían los clarinetes, flautas y flautines. Se complementa la Banda mocha con percusión: bombo, redoblante (que llaman “caja”), huiro, “quijada de burro” (mandíbula de equino) y de uso más actual, los platillos.


Penco, hojas de naranjo y “quijada de burro”
Fuente foto: http://www.mira.ec/paginas/Musica/bandamocha.aspx


El repertorio de esta agrupación –que tiene una función festiva y danzaría- está constituido por piezas instrumentales (aunque muchas de ellas tienen su origen en lo vocal). El número de integrantes varones –no se ha dado el caso de ver una integrante mujer- de la Banda Mocha no es fijo, pero podía llegar a sobrepasar los veinte instrumentistas. Su nombre parece que viene de “mocho”, término que se usa popularmente para decir recortado, sin filo, sin punta y está relacionado al hecho de que los extremos de los “puros” son recortados o “mochados”. Los “puros” son instrumentos resonadores o parlantes, cuya emisión sonora se basa en la garganta del ejecutante -que hace secuencias rítmicas- y usa la calabaza como aparato extensor prolongando así el sonido.


1. Calabaza o puro natural. Cortes: 2. Calabaza con un agujero lateral. 3. Calabaza cortada en ambos extremos (Diagrama P.G.G.) 4. Foto de músico con su puro Fuente de la foto: http://newsimg.bbc.co.uk/media/images/42196000/jpg/_42196380_gal13.jpg

Es cierto que en África han existido agrupaciones hechas con conjuntos de calabazas, y de ahí pudo generarse la idea para la conformación de esta agrupación, sin embargo el modelo de repartición sonora entre lo grave y lo agudo hace pensar que en nuestro medio se usaron los modelos ya existentes de las bandas militares; incluso los nombre que registró Isabel Aretz en el Chota, en los años sesentas, para las calabazas grandes, “bajos” y “baritos”, parecen estar relacionados al bajo y al barítono, instrumentos de viento metal de las bandas. De ser así habría que pensar que la conformación de las “Bandas Mochas” datan de la primera mitad del siglo XIX, cuando se crearon las bandas de música en los batallones militares en nuestro país (antes solo existían pequeñas bandas de guerra), que acompañaban a los ejércitos a diversas partes del territorio.

Los instrumentos musicales usados en la Banda Mocha son naturales y modestos, sin duda surgen como alternativa en la rica imaginación de los pueblos pobres, ya que instrumentos reales eran inalcanzables para estas poblaciones esclavizadas y marginadas. Su trabajo y conocimiento de la naturaleza les permitía aprovechar al máximo la posibilidad de ciertos vegetales, de allí debió nacer el uso de estos instrumentos músicos, que son aprendidos por tradición y por ende dentro de filiaciones familiares.

A esta agrupación -y a la cultura musical afro en general- más que darle la categoría de Patrimonio Cultural debería nominársela como Patrimonio de la Resistencia Cultural, resistencia de un pueblo humilde cuya creatividad musical y alegría son un ejemplo para todos. Habría que establecer algún día en estos pueblos olvidados una escuela y un archivo de la memoria musical afroecuatoriana, en la que no solo se estudie, se reguarde y se dé a conocer su música tradicional, sino que se convierta en un laboratorio de nueva producción que amplíe el espectro de la diversidad musical ecuatoriana. Una inversión que contribuya en este aspecto, sin duda, es una opción que se hace urgente e indispensable pues estos conjuntos e intrumentos están desapareciendo. Esa inversión tiene que hacerse en el entorno poblacional, pues si la comunidad cubre necesidades básicas en relación a salud, trabajo, alimentación y educación tiene posibilidad de proteger y sobre todo desarrollar su patrimonio cultural.


La bomba, tambor de parches. Cortesía Carlos Coba.

El “Conjunto de Bomba” en cambio, está constituido por la bomba, que hemos dicho es un tambor de parches de cuero que se coloca entre las piernas y se ejecuta con las palmas de las manos y que marca el ritmo característico del género también llamado bomba (similar al albazo): negra -corchea -corchea –negra (con un acento [>] en la última nota), en compás binario compuesto de 6/8; se suman guitarras: una acompañante y otra que realiza los adornos melódicos (en la actualidad se usa el requinto, instrumento de cuerda similar a la guitarra); y opcionalmente hoja y maracas y/o güiro. Este grupo instrumental puede ejecutar piezas instrumentales, pero esencialmente es un grupo con voces, solistas, dúos o responsoriales. Hemos documentado piezas que respondían a su entorno agrícola y hacendatario como Viva el Patrón, El patrón José, Remolacha; otras que se desarrollan dentro del ámbito de la crónica como El puente del Juncal y Carpuela lindo, en las que se documentan ciertos hechos sucedidos en la comunidad; sobre el baile: Pasito tun tun, La caderona; y, muchas, sobre temas de los sentimientos.

AUDIO: La caderona (versión bomba, un tanto más reciente, existe entre los afroesmeraldeños la versión en marimba) / Juventud Trabajadora del Chota, intérpretes. Registro César Santos T. Dar click en play y subir el volumen.




Un Conjunto de bomba. Cortesía Carlos Coba.

Existen variantes de la bomba, que según su movilidad y contenido textual la clasifican en bomba triste y bomba caliente, siendo ésta última la de mayor dinámica y en tempo muy alegre. En la danza las parejas bailan sueltas; los pies se mueven con pasos cortos; las piernas, el torso y las caderas ponen el movimiento mayor. La mujer mueve sus caderas y el hombre la persigue; a veces saca un pañuelo y se inca. Hay variantes como el Baile de la botella, que es un baile de competencia entre mujeres que se mueven con una botella de trago equilibrándola en su cabeza.

Video del Baile de la botella. En: http://www.youtube.com/watch?v=YOA7nXg_GRw




Una foto de 1968. La bailarina ecuatoriana Patricia Aulestia en una comunidad del Chota observando cómo se ejecuta el baile de la botella.

La música de la bomba en partitura
La referencia nominal más antigua de la bomba consta en un cuaderno manuscrito de música para violín -que data de 1790-1848-, en el cual hay una notación que tiene por título: La Bomba. ¿Será una expresión de la cultura afro de esa época? No podemos hasta el momento confirmarlo, de todos modos la incluimos (con su audio) para que el juicioso lector saque sus propias apreciaciones.


Partitura: La Bomba, que consta en el manuscrito: Colección de tocatas de violín, antiguas y modernas dividida en tres partes... compuesta en Quito el año del Señor de 1848.

Transcripción: La Bomba

AUDIO: La Bomba



Las que sí son seguras notaciones de bombas -de los años 20-30’s- son las que gentilmente nos hizo conocer el músico Gonzalo Teanga, de San Antonio de Ibarra, anotadas en un cuadernillo para banda que perteneció a su pariente Víctor Manuel Teanga (1870- ca. 1940?), partituras para banda popular. Allí constan varias bombas, damos a conocer un par de ellas en reducción para piano.

Partitura: Viva el patrón (hay una bomba cantada, compilada por el Dr. Alfredo Costales cuya música es similar). Dar click en la partitura para ver e imprimir en grande.


AUDIO: Viva mi patrón



Partitura : Remolacha. Dar click en la partitura para ver e imprimir en grande.


AUDIO: La remolacha




En Loja también pudimos documentar una bomba, de los años 30’s posiblemente, en la colección del director de banda, José Miguel Vaca Flores. El título de la pieza es La Urcuquireña (2), dice explícitamente que se trata de una bomba, aunque su registro se encuentra en compás binario simple de 2/4 y en la mayoría de los casos los registros documentados están en 3/4 y 6/8, siendo éste último, el compás en que se registra actualmente.

Partitura: La urcuquireña. Dar click en la partitura para ver e imprimir en grande.

AUDIO: La Urcuquireña


Lo dicho es lo que podemos mencionar sobre notaciones musicales, en cambio en cuanto a registros sonoros fue al parecer en 1937 -pues para 1938 ya se promocionaba el disco- cuando se grabó la primera bomba en pizarra; hasta el momento no se ha encontrado un registro sonoro de época anterior.


Portada de la partitura de la bomba Carpuela lindo. A la derecha constan Eugenio Auz, Milton Tadeo Carcelén (compositor y cantante de bombas, ya fallecido) y Fidel Pablo Guerrero, en un homenaje a Milton Tadeo, 2002.

Cuando nuestro buen amigo, el director de coros Eugenio Auz, allá por 1994, nos puso en contacto con una persona que ofertaba un lote de discos de pizarra, entre ellos se encontraron registros interesantes. Había una pieza que llamaba la atención desde su título, que anunciaba: La bomba del Chota. Cuando digitalizamos el disco la sorpresa fue mayor pues al audicionarlo parecía que entre los intérpretes vocales se encontraba la distinguida y ya desaparecida cantante “Reina del Pasillo”, doña Carlota Jaramillo; sin embargo su nombre no constaba en el marbete o etiqueta del disco, por lo cual era un tanto difícil el poder ratificar esa impresión auditiva. Lo que sí constaba es el nombre de Jorge Araujo, como arreglista, quien llegaría a ser esposo de la cantante; así que esa pista, más el timbre de voz ya nos advertía que podía tratarse de Carlota Jaramillo.


Carlota Jaramillo y el disco La bomba del Chota.

Finalmente, algunos años después cuando fuimos a Guayaquil pudimos documentar varios ejemplares del cancionero El mosquito, de 1938, en donde no solo constaba el texto de esta pieza, sino además traía información adicional que mencionaba explícitamente a Carlota Jaramillo como la intérprete de esa pieza musical. Qué habrá ocurrido en la etiqueta del disco: se decidió no poner el nombre de Jaramillo intencionalmente o fue un olvido involuntario. Lo cierto es que esta es la primera bomba registrada en discos de pizarra (alguna vez se la dimos a Juan Carlos Franco para que la difundida en sus investigaciones) corresponde a una de las solistas más importante de la “música nacional” en el siglo XX: Carlota Jaramillo.


El cancionero guayaquileño El Mosquito, en donde se publicó La Bomba del Chota. 1938.

El texto que hemos transcrito del disco de pizarra –aunque hay palabras difíciles de entender- es aproximadamente como sigue:

La Bomba del Chota
(bomba)

El monte y el llano con penas están
y ya sus placeres volando se van;
aura sufres Juan José
los negritos han llora'o
porque están abandona'os
por la Juana que se fue.

/La bomba, la bomba,
la bomba, Manuel/ (bis 3 tres veces).

Marimbas y flautas
tienen su dolor
y lloran las penas,
llenitas de amor.

Ya no bebas Juan José,
el guarapo te hace daño,
evítate un desengaño,
yo muy bien te aconsejé

/La bomba, la bomba,
la bomba, Manuel/ (bis 3 tres veces).

La bomba, la bomba,
la bomba Manuel
la casa está triste
y el cielo también.

Da guarapo a Juan José,
pa' ahogar este dolor
es tan amargo su amor
porque la Juana se fue

/La bomba, la bomba,
la bomba, Manuel/ (bis 3 tres veces).

Hacé como que salís,
como que salís hacete
[dale el poncho a Juan José]
alimenta a tu mujer.
Juii

Tomado de: Araújo [Chiriboga], Jorge (arreglista). La bomba del Chota (bomba) [grabación discográfica; 78 rpm; pizarra] / Coro; Instrumentos Típicos.-- Victor: Lado B / 82075 B. -- USA N.J.

Resulta interesante que desde lo mestizo se haya querido imitar el formato de los “Conjuntos de bomba”. Algunos grupos tradicionales usan “la hoja”, que es una hoja natural de ciertos arbustos y árboles que se coloca entre los dedos y con presión de los labios se sopla, para conseguir como resultado un sonido bastante agudo, como un silbido: ese sonido es el que se intentó reproducir con el violín (pueda ser que el ejecutante del violín sea el compositor azuayo Corsino Durán). Así mismo se escucha un sonido de percusión, puede ser una bomba, aunque suena más bien como el sonido que producen los “golpeadores” en la caja de resonancia de un arpa. También es posible que la pieza haya sido original del repertorio negro y que haya sido adaptada en un arreglo por el compositor Jorge Araujo.

Nos despedimos con un pequeño video en el que podemos escuchar la bomba cantada por Carlota Jaramillo.

VIDEO: La Bomba del Chota.




Notas:
1. Los purus=puros, son calabazas vaciadas y secas, cuyos extremos se cortan para convertirse en un instrumento musical parlante o resonador.
2. Urcuquí es una población aledaña a Ibarra en la provincia de Imbabura.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ecuador y Cuba

Un pequeño cuento de Fidel


Fidel Pablo Guerrero Gutiérrez
http://www.soymusicaecuador.blogspot.com/


Fidel y el “Che” Guevara son dos Montañas de Historia Contemporánea, que se divisan nítidamente por su estatura revolucionaria como ejemplo vivo -en el un caso- y como imaginario -en el otro- de la resistencia y la independencia. Su accionar y su pensamiento político son reconocidos en Latinoamérica y en el Continente Africano como fundamento de liberación de los pueblos.


Ilustración de Ernesto “Che” Guevara basada en la famosa foto de Alberto Díaz (Korda).

La Isla de Cuba es cercada en un irracional bloqueo por más de medio siglo por una potencia imperialista –que impide a toda costa su desarrollo- y sin embargo ha logrado ponerse en cortísimo tiempo a la vanguardia de la educación, la ciencia, la salud y el deporte de nuestros países, por todo lo cual Cuba siempre tendrá el aprecio y el respeto de los hombres dignos, libres y positivos.

Que las agencias de inteligencia de EEUU, las más poderosas y criminales del planeta, hayan intentado –sin conseguirlo- acabar con la revolución cubana e incluso matar a uno de sus fundamentales líderes solo han hecho reconocer la grandeza de ese pueblo y la de un hombre cuya imagen se proyecta en el Mundo como la de un Gigante.

Sobre el descomunal Fidel, para niños mi padre escribió -tal vez para mis nietos-, un cuento de esos que hacía en un minuto, para que les leamos alguna tarde:

Fidel Castro.



El Gigante Fidelón
por: Gonzalo Guerrero Celi

Cuando Fidel Castro vivía
Yo también vivía.
Él a su modo en La Habana
Yo en esta tierra, a mi modo.

Ese, ese gigante era como un Monstro,
Como esos que se descubren
En grandes excavaciones:
Millones de años tenía.
Semejante ser humano
No se moría por nada,
Ni la CIA lograba matarlo,
Estaban cansados de intentarlo.

Y yo, yo lo tenía en el día,
En la noche, a todo instante,
Como sombra que camina
Hacia todos los espacios;
Me hablaba, me enseñaba,
Me decía lucha con los pobres…
Así lo hice…

Ya puedo morir contento
por haber conocido de cerca
Esta Montaña de Historia.
Mis nietos envidiarán
Al abuelo que vivió
Al mismo tiempo
Que la Montaña revolucionaria,
Al mismo tiempo
Que el Gigante Fidelón.

No sé si esta corta historia fue el pretexto para incluir las siguientes partituras o si las partituras motivaron a incluir esta historia, quién sabe...

La primera obra que vamos a transcribir es un pasodoble para piano titulado Ecuador y Cuba de cuyo compositor tenemos solo sus siglas: A. L. C (Andrés Comba?). Quizá date de los años diez o veintes del siglo XX.

(Dar click en las partituras para ver e imprimir en grande)




Un ecuatoriano hizo el Himno Nacional Cubano
También y por gentileza de nuestro amigo el investigador Carlos Freire, quien nos entregó una copia digitalizada, damos a conocer el Himno Nacional Cubano, que fue compuesto hacia 1871 por el músico cuencano Ascencio Pauta (s. XIX.- ca. 1917). La portada de esta partitura trae la siguiente información:

Himno Nacional Cubano, dedicado por recomendación del Sr. Coronel primer Jefe de la Brigada de Artillería Juan Ávila al Sr. José Feliz Luque, Honorable Ministro de la República del Ecuador en Perú, vencedor en la gloriosa jornada del Callao el 2 de mayo de 1866.Guayaquil, mayo 1 de 1871. Por el profesor Ascencio Pauta. Impreso por Aug. Cranz, Hamburgo.

(Dar click en las partituras para ver e imprimir en grande)

No hay noticias de que este himno se haya llegado a oficializar, pero ciertamente es un documento histórico en el proceso de la canción nacional y de independencia de la Isla Cubana.
Himno Nacional Cubano
Ascencio Pauta

Saludemos al Pueblo cubano
Y elevemos su sacro pendón
Sea ya libre, también soberano
Destruyendo al audaz opresor.

Tras de siglos de cruel cautiverio
Al fin Cuba al Ibero destroza,
Romperá la cadena onerosa
Se levanta cual libre nación

Su estandarte sin mancha flamea
Dando sombra a los nobles Cubanos
Que orgullosos de ser soberanos
No más, dicen, no más opresión.

No desmayes, Oh Cuba, en la lucha
Sin cesar al tirano combate
Y la voz Libertad se dilate
En su suelo al tronar del cañón.

Y después de humillar al Ibero
Tus guerreros perdonen humanos
Que en el pecho los Americanos
Solo abrigan piedad y perdón.

Ecuador y Cuba ahoraSobre las relaciones Cuba-Ecuador en nuestros días podemos decir que médicos, artistas y maestros, desde hace décadas, han prestado su contingente en forma gratuita en programas musicales, alfabetizadores y científicos como una contribución al pueblo ecuatoriano; en este momento varios médicos están visitando a cientos de familias que tienen personas con alguna discapacidad, brindándoles ayuda médica directa.

También es cierto que hay descontentos, de lo que doy fe pues yo vivo en un barrio de Quito llamado La Florida (muchos dicen, a modo de gracia, que los cubanos se equivocaron ya que en realidad querían ir a La Florida de Miami) en donde se han establecido muchos cubanos en miras de pasar a los EEUU, tras el “sueño americano”. He escuchado narrar a estas personas, cuando llegaron, cómo se deslumbraron al entrar a los supermercados, deslumbrados también por las fastuosas viviendas y los autos lujosos que dispone un pequeño grupo social y deslumbrados por otras maravillas suntuarias del capitalismo; muchos hablan contra Fidel y chismean que deben organizar frentes anticomunistas. Lo cierto es que en la mayoría de los casos su impresión es solo un resplandor que los enceguece momentáneamente, y que se apaga cuando en nuestro medio tienen que vivir hacinados como viven, en pequeños cuartos, incomprendidos por pertenecer a otra cultura, adaptándose a un clima diferente, esforzándose por encajar vistiendo ropa de última moda y sobre todo buscándose la vida dólar a dólar en un medio que incluso se porta hostil con ellos y en trabajos poco dignos para sus expectativas. Ciertamente algunas de esas personas son preparadas, trabajadoras y de una altivez que llega a molestar a algunos de nuestro paisanos, sin embargo deben reconocer –incluso los descontentos- que todo eso lo aprendieron en la Cuba revolucionaria, donde no se vale bajar la cabeza frente al enemigo que está tan cerca y que es considerado el país más poderoso de la Tierra (pero al cual generalmente han vencido los países más pequeños como lo hizo el Vietnam y como lo enfrenta valerosamente Cuba).


Fidel en Quito. Foto archivo de Gonzalo Guerrero Celi. Años 60's.


Si Quito fue declarada Luz de América del siglo XIX, Cuba es la Luz de América Contemporánea; el hecho de que Brasil, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Uruguay, Bolivia y otros países hayan decidido tomar destinos socialistas en nuestros días, es porque la lucha y el pensamiento revolucionarios -que busca acabar con las desigualdades sociales y que se capitalizaron en el siglo XX en Latinoamérica- han tenido su razón… La Historia lo dirá.

Cuba va. En los años ochentas – en la colección discográfica de Pedro Pino- escuché esta canción cantada por Milanés, Nicola y Silvio Rodríguez; hace poco la han puesto en el youtube e incluso hay una nueva versión más rockera.





Fidel en Quito con el Presidente de la época, Velasco Ibarra. Foto archivo de Gonzalo Guerrero Celi. Años 60's.

Para cerrar este escrito incluimos la partitura y el audio de una excelente rumba escrita por el compositor manabita Constantino Mendoza Moreira (Portoviejo, 1898-1985), titulada Cuba.
(Dar click en play)


Partitura de la rumba Cuba / Constantino Mendoza