lunes, 6 de febrero de 2012

Una Leyenda en cuatro leyendas: Sixto María Durán


Una Leyenda en cuatro leyendas: Sixto María Durán

Vamos a insertar en nuestra bitácora un pequeño discurso que leí a propósito de un recital donde se presentaron las cuatro leyendas del compositor Sixto María Durán: Leyenda incásica, Leyenda quiteña, Leyenda ecuatorial y Leyenda tropical, presentación que se realizó hace poco, el 14 de enero de 2012.


“Él es músico, abogado, zapatero, sastre,
físico, químico, compositor, instrumentista, bohemio y
 absolutamente despreocupado y, en todo ha sobresalido”

Sixto María Durán, a fines de los años 20’s. AH-MCE

Un saludo cordial a los asistentes a este recital. Desde mi punto de vista éste es un importante acontecimiento musical, pues quizá es la primera vez que se tocan juntas las obras de Sixto María Durán Cárdenas a las que él denominó Leyendas y porque un día como ayer, 13 de enero de 1947, o sea hace 65 años, falleció este apreciado maestro. Sea pues éste una especie de homenaje en su honor.

Desde hace varios años he venido desarrollando esta investigación y me voy a permitir hacer un repaso de los resultados –obviamente en honor al tiempo- en forma brevísima.

Durán fue Doctor en Leyes y llegó a ser Presidente de la Corte Superior de Justicia, Intendente, entre otras tantas actividades administrativas y judiciales, pero finalmente se inclinó enteramente por la música, lo cual ya nos da una pista de su remarcado espíritu artístico. Fruto de esa pasión volcó su vida a la creación, a la pedagogía y a la interpretación musical.

Durán nació el mismo día que falleció García Moreno (6 agosto de 1875), una especie de señal del paso político que se avecinaba en el país,  la transición del conservadorismo al liberalismo. Aprendió música inicialmente con su madre, arpista aficionada,  y posteriormente, tomando en cuenta que el Conservatorio había sido clausurado en 1877, con las herramientas que usa un autodidacta obligado: práctica empírica, libros y clases informales con otros músicos. Cuando ingresó al Conservatorio lo hizo ya como profesor a solicitud del mismo Eloy Alfaro. Poco después sería así mismo testigo  temporal –por la época que le tocó vivir- del asesinato de ese mandatario, a quien dedicaría un Himno, documento musical que desafortunadamente, hasta el momento se encuentra extraviado (Otras obras, aunque existentes, guardan silencio, como si estuvieran también extraviadas).

Patria, marcha de Sixto María Durán. AS.





















El escritor colombiano  Aurelio Martínez Mutis por 1919  decía que hay dos figuras salientes en Quito: González Suárez y Sixto M. Durán, y que el viajero, no terminaba de conocer Quito sino conocía a estos personajes. Durán era en este contexto  una celebridad popular, no solamente por sus acciones como magistrado, como compositor ganador de varios premios internacionales, como maestro de piano, sino también por su humor y animosidad. Un hombre dicharachero, con un lenguaje colmado de localismos. Su frase típica cuando lo saludaban  era “mos de hablar cholito”, al punto que el músico italiano Santé Lo Priore, que se hallaba de paso por el país, evocado por la figura de la pintoresca frase y por el aprecio que tenía le dedicó un pasillo titulado precisamente así:  …mos de hablar cholito (pasillo, 1915, grabado también en discos de pizarra).

Durán fue inicialmente un compositor de la que se llamaba música de salón, autor de valses, gavotas y otras piezas de raíz europea, sin embargo en aquel crisol que se dio en América en donde se sumó romanticismo, indianismo, costumbrismo y modernismo finalmente cuajó su trabajo dentro de moldes nacionalistas y patrióticos. Su ópera Cumandá y su marcha Patria (Patria tierra sagrada…) son dos muestras representativas de su creación.  Estas propuesta artísticas nacida en el seno de los músicos académicos y de la que llegaron a surgir dos vertientes principales, el indigenismo musical  y un nacionalismo que escogió los géneros populares para expresarse musicalmente fueron los espacios estéticos a los que se acogieron los músicos que siguieron a Durán. Durán fue un pionero y por lo tanto en su obra se encontrarán chispas de esas diferentes vertientes.


Portada de una de sus Leyendas.






















Para cerrar esta intervención y pasar a revisar el DVD que se publicará en poco y para que conozcan los alcances del trabajo, concluimos diciendo que hay mucha música ecuatoriana que no se ha ejecutado y que por tanto no se conoce ni se aprecia y que es indispensable que pase del  baúl histórico a la vivencia musical directa. Este concierto precisamente tiene ese objetivo, el que nuestra comunidad se apropie de su legado artístico, lo conozca y lo disfrute. Vamos grabar este concierto y luego a registrar un disco compacto con unas 10 obras de Durán (siempre nos faltará espacio y recursos para que el porcentaje de obras sea mayor), que nos permitirá dimensionar -en parte- el patrimonio musical de este músico, compositor al cual junto a muchos otros tenemos relegados, sin percatarnos que nuestra proyección en la cultura y en cualquier ámbito empieza en nuestra propia casa, por ello sea en esta Casa del Piano el sitio en que resurjan las leyendas de Durán, a través de los distinguidos intérpretes de esta tarde, Iván Vásconez y Santiago Mora, y a quienes agradecemos la organización de este evento: Una Leyenda en cuatro leyendas y el habernos brindado su apoyo para que estas leyendas se conviertan en una realidad sonora.

Gracias
Pablo Guerrero Gutiérrez
Quito, 13 enero, 2012, 23h42,  (para ser leído el 14 de enero) 

El Himno de la Universidad Central también tiene la música de Sixto Durán.