Una Leyenda en cuatro leyendas: Sixto María Durán
Vamos a insertar en
nuestra bitácora un pequeño discurso que leí a propósito de un recital donde se
presentaron las cuatro leyendas del compositor Sixto María Durán: Leyenda incásica, Leyenda quiteña, Leyenda ecuatorial y Leyenda tropical, presentación que se realizó hace
poco, el 14 de enero de 2012.
“Él
es músico, abogado, zapatero, sastre,
físico,
químico, compositor, instrumentista, bohemio y
absolutamente despreocupado y, en todo ha
sobresalido”
Sixto María Durán, a fines de los años 20’s. AH-MCE |
Un saludo cordial a los asistentes a este recital. Desde mi punto de vista éste es un importante acontecimiento musical, pues quizá es la primera vez que se tocan juntas las obras de Sixto María Durán Cárdenas a las que él denominó Leyendas y porque un día como ayer, 13 de enero de 1947, o sea hace 65 años, falleció este apreciado maestro. Sea pues éste una especie de homenaje en su honor.
Desde hace varios
años he venido desarrollando esta investigación y me voy a permitir hacer un
repaso de los resultados –obviamente en honor al tiempo- en forma brevísima.
Durán fue Doctor en
Leyes y llegó a ser Presidente de la Corte Superior de Justicia, Intendente, entre
otras tantas actividades administrativas y judiciales, pero finalmente se inclinó
enteramente por la música, lo cual ya nos da una pista de su remarcado espíritu
artístico. Fruto de esa pasión volcó su vida a la creación, a la pedagogía y a
la interpretación musical.
Durán nació el mismo
día que falleció García Moreno (6 agosto de 1875), una especie de señal del
paso político que se avecinaba en el país,
la transición del conservadorismo al liberalismo. Aprendió música inicialmente
con su madre, arpista aficionada, y posteriormente,
tomando en cuenta que el Conservatorio había sido clausurado en 1877, con las
herramientas que usa un autodidacta obligado: práctica empírica, libros y
clases informales con otros músicos. Cuando ingresó al Conservatorio lo hizo ya
como profesor a solicitud del mismo Eloy Alfaro. Poco después sería así mismo
testigo temporal –por la época que le
tocó vivir- del asesinato de ese mandatario, a quien dedicaría un Himno, documento
musical que desafortunadamente, hasta el momento se encuentra extraviado (Otras
obras, aunque existentes, guardan silencio, como si estuvieran también
extraviadas).
Patria, marcha de Sixto María Durán. AS. |
El escritor colombiano Aurelio Martínez Mutis por 1919 decía que hay dos figuras salientes en Quito: González Suárez y Sixto M. Durán, y que el viajero, no terminaba de conocer Quito sino conocía a estos personajes. Durán era en este contexto una celebridad popular, no solamente por sus acciones como magistrado, como compositor ganador de varios premios internacionales, como maestro de piano, sino también por su humor y animosidad. Un hombre dicharachero, con un lenguaje colmado de localismos. Su frase típica cuando lo saludaban era “mos de hablar cholito”, al punto que el músico italiano Santé Lo Priore, que se hallaba de paso por el país, evocado por la figura de la pintoresca frase y por el aprecio que tenía le dedicó un pasillo titulado precisamente así: …mos de hablar cholito (pasillo, 1915, grabado también en discos de pizarra).
Durán fue inicialmente
un compositor de la que se llamaba música de salón, autor de valses, gavotas y otras piezas de raíz europea, sin embargo en aquel crisol
que se dio en América en donde se sumó romanticismo, indianismo, costumbrismo y
modernismo finalmente cuajó su trabajo dentro de moldes nacionalistas y
patrióticos. Su ópera Cumandá y su marcha
Patria (Patria tierra sagrada…) son
dos muestras representativas de su creación. Estas propuesta artísticas nacida en el seno
de los músicos académicos y de la que llegaron a surgir dos vertientes
principales, el indigenismo musical y un
nacionalismo que escogió los géneros populares para expresarse musicalmente
fueron los espacios estéticos a los que se acogieron los músicos que siguieron
a Durán. Durán fue un pionero y por lo tanto en su obra se encontrarán chispas
de esas diferentes vertientes.
Portada de una de sus Leyendas. |
Para cerrar esta intervención y pasar a revisar el DVD que se publicará en poco y para que conozcan los alcances del trabajo, concluimos diciendo que hay mucha música ecuatoriana que no se ha ejecutado y que por tanto no se conoce ni se aprecia y que es indispensable que pase del baúl histórico a la vivencia musical directa. Este concierto precisamente tiene ese objetivo, el que nuestra comunidad se apropie de su legado artístico, lo conozca y lo disfrute. Vamos grabar este concierto y luego a registrar un disco compacto con unas 10 obras de Durán (siempre nos faltará espacio y recursos para que el porcentaje de obras sea mayor), que nos permitirá dimensionar -en parte- el patrimonio musical de este músico, compositor al cual junto a muchos otros tenemos relegados, sin percatarnos que nuestra proyección en la cultura y en cualquier ámbito empieza en nuestra propia casa, por ello sea en esta Casa del Piano el sitio en que resurjan las leyendas de Durán, a través de los distinguidos intérpretes de esta tarde, Iván Vásconez y Santiago Mora, y a quienes agradecemos la organización de este evento: Una Leyenda en cuatro leyendas y el habernos brindado su apoyo para que estas leyendas se conviertan en una realidad sonora.
Gracias
Pablo Guerrero
Gutiérrez
Quito, 13 enero,
2012, 23h42, (para ser leído el 14 de
enero)
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