jueves, 19 de abril de 2012

Músicos en andamio: Los bomberos en música


Músicos en andamio: Los bomberos en música


Segmento de la portada de partitura de la galopa La Bolívar, obra dedicada a la Compañía de Bomberos N°  10, por su compositor, Antonio Cabezas, guayaquileño.

Vivíamos cerca al barrio quiteño Los Laureles, en donde se hallaba instalada la fábrica de desodorantes  Windsor, propiedad del Sr.  Vinicio Pinto. Allí  se produjo en la madrugada del 2 de abril de 1999 un incendio de grandes proporciones. Tras las indagaciones respectivas la Policía Judicial se inclinaba por la hipótesis del auto-atentado, que tendría como intención cobrar un seguro millonario. Todo quedó en nada tras la fuga del dueño al exterior. 

Se habían puesto tacos de dinamita por varias partes de la fábrica, así como colocado unos espolones metálicos para que se impactasen contra dos inmensos contenedores metálicos con toneladas de  material inflamable, cuya explosión -si se hubiese dado- habría borrado cualquier evidencia.

Los bomberos acudieron a sofocar el fuego que se levantaba con furia y que se entremezclaba con la explosión esporádica de varios tacos de dinamita que al explotar formaban una especie de hongos de fuego. Con la familia nos pusimos a una distancia prudente, a unas tres cuadras del sitio, sin embargo se nos informó en días seguidos que de producirse la explosión mayor que pretendían los “terroristas empresariales” todo el barrio hubiese sido afectado por la gigantesca explosión y la onda expansiva hubiese alcanzado al menos 20 cuadras a la redonda.

La acción de los bomberos, que aúna valor y sacrificio, salvó a toda una comunidad y aun sus propias vidas. La ciudad de Quito en este siniestro, se hubiese quedado sin bomberos, pues  la mayoría de compañías se encontraban en el lugar y obviamente exponiéndose en primera fila para apagar el incendio. Por suerte no llegaron a explotar los bidones y el fuego fue sofocándose después de seis horas de combatirlo.

Obras musicales con dedicatoria a los “Casaca roja”
Si uno revisa las creaciones dedicadas a los bomberos en el país, se topará que muchas fueron dedicadas a los cuerpos de bomberos de Guayaquil.  Hasta ahora los Bomberos tienen un papel protagónico en el Puerto Principal.



     1. Himno de los Bomberos de Victor M. Rendón.      2.  Pasodoble de Federico M. Borja dedicado a la Compañía Sirena N° 4. 


Ciertamente existieron lugares con una propensión mayor a que ocurran incendios, debido principalmente al tipo de materiales de construcción.  Es el caso de la ciudad de Guayaquil, la que ha padecido pavorosos incendios que destruyeron muchas viviendas, otrora hechas de material vegetal  (madera, caña). En 1896 se produjo un  incendio de proporciones; de él da cuenta una revista española La ilustración artística, que en diciembre del mismo año incluye un artículo y  tres gráficas en torno al suceso. En una de ellas consta una vista de la ciudad antes del incendio; otra, un mapa que señala las manzanas que fueron afectadas, y una tercera que muestra el estado de un gran sector de la ciudad después de consumido el fuego.



Vista panorámica de Guayaquil antes del incendio, dibujo tomado de fotografía de  D.C. Endara, Panamá.


Plano de Guayaquil: constan en la parte sombreada las manzanas afectadas en el incendio. Las manzanas con sombra más tenues fueron afectadas por otro incendio anterior y las que constan en blanco son las que quedaron en pie.




Vista de las ruinas de Guayaquil después del incendio,  fotografía de  D.C. Endara, Panamá.

Además como se podrá revisar en la transcripción de un segmento de la noticia, también se menciona sobre las pérdidas que soportó una compañía de zarzuelas que estaba presentándose en la ciudad:

Comenzó el incendio a las once de la noche del 5 de octubre último en unos almacenes situados en la calle de Aguirre y se propagó con una rapidez extraordinaria favorecido por un fuerte viento, comunicándose por las arcadas de las casas que en todas las calles defienden a los transeúntes contra los rayos del sol y consumiendo en tiempo relativa breve manzanas enteras de edificios. Los edificios del Estado, la catedral y otros templos, los teatros, los bancos, la aduana, el correo, la agencia del cable, hoteles, todo fue pasto de las llamas, que no cesaron en su obra destructora hasta que nada encontraron ya que devorar por haber llegado al rio por un lado, y por otro al cerro Santa Ana.
Durante el incendio que duró dos días, Guayaquil ofrecía un cuadro de confusión espantosa: las mujeres corrían desoladas en todas direcciones llevando en brazos a sus pequeñuelos, y los hombres retiraban de las casas todo cuanto podían y lo transportaban a cierta distancia para llevarlo más lejos cuando el incendio proseguía su obra devastadora, hasta que rendidos y descorazonados acababan los más por abandonar sus ajuares que el fuego no tardaba en reducir a cenizas. Así los artistas dela compañía de zarzuela que actuaba en aquella capital y que, alojados en el hotel Cardinal, habían pagado a peso de oro el transporte de sus equipajes a la plaza de San Francisco, hubieron de ver como ardía todo cuanto poseían sin poder evitarlo…

Salamandra (pasodoble) / Miguel Salvatierra. Guayaquil, Filantrópica del Guayas, inicios s. XX. Con dedicatoria a la Compañía de Bomberos N° 2 de Guayaquil.

Las tragedias llevaron a que los cuerpos de bomberos del Guayas sean de las instituciones más importantes y organizadas. Algunas compañías incluso tenían banda de músicos.

Fuente:
X. “EL incendio de Guayaquil”. En: La ilustración artística, año XV, N° 780, de diciembre, p. 827, 828. Barcelona, 1896




1 comentario:

  1. donde consigo Pasodoble de Federico M. Borja dedicado a la Compañía Sirena N° 4.

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